La Cruel muerte de Jumandy el Guerrero y protector del Pueblo Amazonico
Cuando los españoles intentaron llegar al país se encontraron con un pueblo guerrero, los Quijos, que además fue gran ceramista y agricultor.
Los españoles militares y religiosos impusieron, a fuerza de bayoneta y de miedo, su dios y su extraña religión a los pobladores de estas selvas. El gran guerrero Jumandi cansado de los terribles tratos que recibía su pueblo de los españoles, y consciente de su fuerza y sin temer a los opresores, organiza a sus mejores hombres e invita a los pueblos de la selva a expulsar a los invasores de su territorio.
Quemaron las ciudades de Archidona y Ávila que fueron fundadas por los españoles. Después del éxito de esta primera batalla empiezan los cantos de lucha contra el invasor en todas partes, pero la brutalidad de los invasores no tenía límites, miles de españoles llegaron desde Quito con armas y en números superiores a los locales, en estas condiciones los españoles ganan la batalla, capturan a Jumandi y a sus mejores hombres y los trasladan a Quito para humillarlos, torturarlos con fierros candentes y finalmente matarlos.
El día de la ejecución las autoridades dispusieron que todos los indios de las cercanías a Quito, con sus mejores trajes, se dieran cita para asistir a este brutal espectáculo, que observaran el destino que tienen los indios que se levantan en armas contra los blancos.
La segunda mitad de la década de los cincuenta del siglo XVI hubo levantamiento en la Amazonía y Jumandi quería devolver la tierra a sus dueños legítimos, forzando mediante las armas la desocupación del territorio habitado por los españoles recién llegados a esas tierras.
Es la primera revolución indígena de América, que tiene sus objetivos e ideales definidos, por eso es un honor para los amazónicos y ecuatorianos contar con un héroe de tan alta talla guerrera. Esta revolución impidió por muchos años la inserción española en territorios amazónico.